La llama flamea
frente a los ojos de la ciega.
Es tiempo de sal
/
el pensamiento
junto a la madre a quien
le mataron el hijo
arrastra los pies
de la madre / no ve
el cielo azul / no respira
el aire húmedo de este otoño
/
el pensamiento nunca se va,
es un duelo sin aristas.
La madre ya no es
y es pensamiento
/
a la madre se le secaron las lágrimas
/ no es metáfora / tiene los ojos secos
la piel seca / la sangre
le pide salir.
A un costado de su cuerpo
tiene
clavado al hijo
/
la sal detiene el tiempo
lo seca
hasta convertirlo en un pensamiento,
una lápida
/
qué hacer
qué sentir
cómo
hasta cuándo
con qué / parte del cuerpo que falta
/
la madre marcha en silencio.
Aturde
/
el pensamiento atraviesa
el cuerpo de la madre
la lleva puesta
en su pecho de pancarta.
Que todos sepan:
le mataron el hijo
--
En el nombre del hijo
que dejó un silencio
lleno de flores / otros hijos