a Pizarnik
Gacela hermosa
dama ardiente, víctima
del silencio.
Ninguna tumba poseerá tus restos.
/
Me refiero a ella,
la que no tiene su nombre,
la que habla desde la muerte,
la que atravesó el umbral
más terrible y oscuro
de toda belleza.
/
Más de esa droga
que son tus lágrimas
que es tu propia sangre.
(Mira en qué te has convertido).
Te leo. No encuentro el adjetivo justo para el estado de ánimo. Debería sintetizar estremecida, deleitada, sorprendida, envidiosa, deslumbrada. Todo eso amalgamado y más profundo. Pero tampoco. María Celia
ResponderEliminaruy, gracias María Celia, qué lindas cosas decís. gracias por visitar el blog y comentar. un beso.
ResponderEliminarTu poética es de una perfección sin parangón.
ResponderEliminarMe quedo boquiabierto.
Me encanta.
Un beso.
Gracias, Leo, qué bueno que te haya gustado. Otro beso para vos
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